Antes de ELA: Un día en Secundaria

Ingresar al CEBA o Benemérito de las Americas (ex escuela de religión en la Ciudad de México) fue uno de los pilares en mi formación integral. Llegue ahí en 1976 a la edad de 12 años. Vivía en una casa con una supervisora y 16 estudiantes distribuidas en 4 recamaras, 4 en cada cuarto. Había una cocina, comedor, sala, lavandería, pasillo y jardín. 
Mi día comenzaba a las 5 de la mañana cuando la supervisora tocaba al cuarto y llamaba a la oración. Tenia que ir a la sala y arrodillarme para orar, recuerdo que continuaba mi sueno ahí pero después de orar me despertaba. Regresaba a sacudir mi cama y tenderla después aseaba el baño o el cuarto. Enseguida me preparaba para ir a seminario (clases de religión). Regresaba a desayunar y hacer alguna limpieza de la casa. Al cuarto para las 8 estaba lista para ir a la secundaria. Orabamos siempre antes de los alimentos. Por las tardes hacia mi tarea y jugaba basquetbol. No teníamos televisión, celulares, computadoras y videojuegos. Por la noche orabamos todas juntas y dormía temprano.
Probablemente algunas cosas no las he practicado como en aquel entonces pero toda esa enseñanza me fortaleció. 

Actualmente viviendo con ELA he fortalecido grandemente mi testimonio de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos días. Ya no puedo realizar muchas de las actividades que quisiera pero ahora tengo tiempo libre que antes no había tenido. Cada mañana escucho el audio de las escrituras y las medito. Los domingos son mis días favoritos de la semana, y aunque aveces me sienta un poco cansada siempre voy a la iglesia con una sonrisa grande. Siempre oro en mi mente cada mañana y noche como lo hacia cuando estaba en la secundaria.


Susy (blusa amarilla) y dos amigos durante su primer año en Secundaria, 1976.

Susy en clase de Sociedad de Socorro, 2016.

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