MI DIAGNÓSTICO

Mi nombre es Susana Oliveros Jaimes nací en la Cd. de Mexico en 1964. Soy maestra de educación y madre de 4 hijas. En el 2000 me mudé a Mty, Nvo. Leon. Mis primeros síntomas los tuve a finales del 2009 bailando en la cena de Navidad en la iglesia cuando me percaté que no podía subir las piernas muy bien al bailar. Pensé que era por mi edad, pero para el siguiente año ya no podía brincar y a veces arrastraba el pie derecho. Además, tuve fuertes hemorragias menstruales debido a unos miomas en mi útero, lo cual provoco anemia. Yo ignoraba esto, fui al centro de salud a poner unas vacunas a mi hija y a mí me pusieron la de influenza AHN1. Poco después tuve una fuerte impresión cuando una patrulla perseguía a mi hija aparentemente para hacerle un “levantón”, las piernas se me aflojaron y me senté hasta que logre caminar. En julio se casó mi hija mayor y aunque me sentía mal no fui a la clínica sino hasta agosto. Atendí la anemia y me operaron los miomas en noviembre. Después de la operación, la pierna derecha temblaba cuando la subía y tuve varias caídas. Tenía falta de equilibrio.

El tardado diagnóstico

Después de varias caídas y de no poder subir las escaleras, fui a la clínica del ISSSTE. Tuve que ir a sacar cita con un doctor internista quien a su vez me mandó a hacer estudios de sangre y una electromiografía. En fin, un proceso demasiado lento. Por otro lado, el ginecólogo que me veía de mi operación, me dio una interconsulta con el traumatólogo, quien mando realizarme una resonancia, sin embargo no encontró problemas en su área.En el mes de mayo tuve un accidente laboral, dos alumnas entraron corriendo al aula y me embistieron tirándome y cayéndome encima. Se aceleró el trámite en la clínica y me asignaron un neurólogo para el siguiente mes. Durante 7 meses me hicieron estudios, algunos tardaban más porque había muchos pacientes en espera de los estudios o los aparatos estaban descompuestos. Me hicieron los siguientes estudios: 4 resonancias (una de la cabeza y tres de las diferentes partes de la espalda, alta, media y baja) solo la resonancia de cerebro fue de contraste, a pesar de que el neurólogo pidió que todas se hicieran con contraste. En radiología argumentaron que no tenían suficiente contraste y que mis resonancias no lo requerían. También una punción lumbar, evocados sensoriales y una electromiografía de brazos, la cual hice con un neurólogo particular, desesperada por la demora de los estudios que tenia que esperar en el ISSSTE.Ya había consultado anteriormente al neurólogo particular para tener una segunda opinión. Sin embargo, en esta ocasión le pedí mi diagnóstico.
 Él me dio dos posibles enfermedades una genética y la otra ELA, le pregunte cuál sería mi tiempo de vida y contestó que 7 meses o un año. Lloré unos minutos y me repuse.
Llevé los resultados con el otro neurólogo y dijo que tenia una enfermedad rara degenerativa, no tenía un diagnóstico certero, pero la enfermedad degenerativa destruía la esperanza de conseguir una pensión con sueldo actual completo, por el accidente laboral, de modo que regrese a laborar con un cambio de actividad durante 6 meses. Posteriormente, obtuve una beca comisión y estudié una maestría en educación.

Al iniciar mis estudios se presentó la oportunidad de ir a la Cd. de Mex. al Instituto Nacional de Neurología. En un mes me hicieron una resonancia de cabeza y columna completa en contraste, evocados sensoriales, velocidad de impulso nervioso y análisis de sangre. Con los resultados de los estudios fui a ver al especialista. Finalmente, fui diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en 2013 despues de años de analisis. 






















Susy en el verano del 2010 durante la ceremonia de bodas de su hija mayor.

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